miércoles, 19 de enero de 2011

Yo temía a estar sola, hasta que aprendí a quererme a misma. Yo temía fracasar, hasta que comprendí que únicamente fracaso si no lo intento. Temía a lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí. Temía al dolor, pero me di cuenta que es necesario para crecer. Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí misma. Temía a que las cosas que me hicieron bien no vuelvan, hasta que supe que todo en algún momento vuelve. Pero sobre todas las cosas temía al pasado; hasta que comprendí, que sólo puede regresar en forma de recuerdos, por lo tanto, el pasado se va. Se recuerda, te hace daño, pero el pasado siempre acaba yéndose. & si algo del pasado vuelve, vuelve porque no se tuvo que ir.

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TU NÚMERO DE LA SUERTE

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